domingo, 22 de febrero de 2009

Asuntos Económicos

El otro día en el trabajo, tuve que bajar al archivo para ordenar unas cajas. El archivo tiene unos enormes armarios compactos que van desde el techo hasta el suelo y que se pueden trasladar hacia los lados por medio de raíles. Pues bien, yo iba medio adormilada, con la monotonía encima, distraída pensando en mis cosas, y cuando abrí uno de esos pasillos, me encontré con cientos de cajas a un lado y a otro, cada una con una pegatina amarilla donde ponía "Asuntos Económicos I". La letra era de mi amiga Raquel...
Parecerá una tontería pero en un ambiente de trabajo donde prácticamente todos los días son iguales, no sé, me impresionó tanto ver allí todos esos papelitos con su letra... fue un subidón vamos, una sorpresa tan grata que me alegró el día y hasta me cambió el humor. Después de tantos años, ver allí su letra, me trajo gratos recuerdos de cuando compartíamos trabajo.
Y entonces, empecé a pensar en las huellas que, como ésta, vamos dejando por el mundo, pequeños retazos que nos van dejando los demás y que nos encontramos por sorpresa un día cualquiera después de mucho tiempo, y que, aunque sea por unos segundos, te trasladan a otros momentos de tu vida: una carta encontrada entre las páginas de un libro, una foto, una canción, un trocito de papel que aparece en un abrigo que hace tiempo que no te pones.
Y pensé en las huellas que yo misma habré dejado por ahí, y en los recuerdos que traerán a otras personas...
Dicen que uno no se muere del todo hasta que muera la última persona que te recuerda.
Pues eso.

1 comentario:

Raquel dijo...

Unos se creen que los mató el tiempo y la ausencia, pero su tren, compró boleto de ida y vuelta. Son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel, o en un cajón.
Como un ladrón acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.